El timo del Wangiri “toque y corte” llega con fuerza a España. Los prefijos más peligrosos los que empiezan por 233, 244 y 235 según el Observatorio Español de Internet
Un nuevo arquetipo de estafa crece en nuestra sociedad. Se trata del fraude de la llamada perdida y ya afecta a la mayor parte de usuarios de telefonía móvil. Se produce a cualquier hora del día o la madrugada, erigiéndose como una potente arma de molestia masiva.
El estafador realiza una llamada de un solo tono desde un prefijo extranjero imposibilitando que la víctima pueda contestar a tiempo. En ese momento y atraído por la curiosidad la víctima decide devolver la llamada. Sin saberlo, estará activando un número premium de tarificación especial. Se le cobrará hasta 3.80 euros por establecimiento de llamada además de un precio que puede superar los 1,50 euros por minuto.
Si llama a estos números premium los estafadores intentarán mantenerle en línea el mayor tiempo posible. Le cobrarán altos costos por la llamada que terminarán en la cuenta bancaria del defraudador.
Estos fraudes se sustentan en la moderna telefonía IP y se valen de software capaz de realizar hasta 25.000 llamadas perdidas al día. Su persecución es jurídicamente compleja ya que operan desde otros países.
En otra de sus variantes el usuario recibe la llamada desde un teléfono con prefijo nacional. Una centralita le advierte que tiene un mensaje en su buzón de voz. Para escucharlo deberá enviar un SMS a un número que en realidad es de un proveedor distinto al de su operadora habitual.
La red se ha convertido en punto de encuentro de centenares de víctimas que denuncian esta estafa. Comparten listas que alimentan colaborativamente con los números más sospechosos.
Estas llamadas perdidas afectan a tramos horarios y zonas concretas ya que los robots emiten llamadas a partir de un número de corte añadiendo numeraciones consecutivas.
Es importante bloquear estos números; nunca devolver una llamada y por supuesto revisar la factura telefónica en busca de cargos indebidos.
