GPS, retweets, drones y satélites se convierten en grandes protagonistas de las labores de rescate
El mundo amanecía hoy con la terrible noticia de un terremoto en Turquía. Con una magnitud de 7,8 grados su lengua destructiva dejaba un saldo de al menos 15.000 fallecidos. Pero la catástrofe aporta otro escenario desolador: el de centenares de desaparecidos bajo los escombros a quienes hoy la tecnología también les puede ayudar.
Se trata de grupos de WhatsApp, canales de Telegram y hashtags en Twitter donde las familias acuden en busca de ayuda. Retuitean fotos de ausentes o aportan información sobre desaparecidos.
Twitter ha puesto en marcha Turk Kizilay un tweet donde obtener información sobre las emergencias o #SensizOlmaz (no sin ti) donde se organizan acciones de ayuda. En #HaydiKanVer se hacen llamamientos públicos con el fin de obtener donantes de sangre para los heridos.
En esta carrera tampoco se queda atrás Google Maps. La empresa ha publicado su propia versión de la zona afectada. Mediante iconografía y referencias visuales es posible obtener información detallada sobre las zonas devastadas.
El mercado se ha llenado de apps como Sismo Detector, MyShake o Earthquake Buddy. Informan sobre sobre réplicas y alertas. Permiten acceder a mapas de la zona o conocer el destino de hospitalizados. Otras apps facilitan encontrar a personas desaparecidas donde no existe cobertura de telefonía. Se pueden instalar en cualquier Smartphone y emiten una señal de datos WiFi que actúa como una baliza de socorro.
Safety Check de Facebook es otra herramienta de ayuda. Se trata de un botón que aparece solo en los perfiles de usuarios que residen en las áreas afectadas. Al pulsarlo se notifica un “estoy bien” informando a amigos y familiares que el usuario no ha sufrido daños.
Además, Facebook utiliza programas de reconocimiento facial. Su fiabilidad es del 97,25% esta tecnología permite rastrear entre centenares de miles de fotos publicadas por los usuarios a la busca de un rostro determinado y poner el big data al servicio de las autoridades.
En este escenario de ayuda tecnificada tampoco faltan los drones. Las autoridades disponen de unidades de puesta en acción inmediata. Vuelan y reconocen el terreno a baja altura aportando fotos y detectando el calor humano.
La ayuda también se extiende al espacio exterior. El alto representante de la UE para el exterior Josep Borrell y el Comisario de Gestión de Crisis de la UE, Janez Lenarcic han puesto a disposición de Turquía el sistema satelital Copernicus de la UE que se empleará para ayudar a los servicios de emergencia.
FINDER (Finding Individuals For Disaster and Emergency Response) es una tecnología de la NASA desarrollada para localizar a desaparecidos en tierra. Ya se usó en los terremotos del Nepal. Su principal ventaja radica en que es capaz de localizar pequeños sonidos bajo tierra como el latido de un corazón o la respiración de un herido facilitando las labores de rescate.
En Turquía también se suma la cooperación de grandes operadoras de telefonía. Geolocalizan la posición exacta de un móvil sobre el terreno determinando el lugar donde puede encontrarse el herido. La tecnología GPS también es útil para optimizar la labor del voluntariado al impedir que rastree lugares por los que ya han buscado otras personas.