El ciberocupante registra con mala fe dominios que han quedado libres. Puede llegar a vender los mismos artículos e inducir a confusión al internauta quien cree estar en el sitio web original
El cybersquatting es una mala práctica tan antigua como Internet. Consiste en registrar nombres de dominio que por distintos motivos han quedado libres. Se trata de una modalidad de ataque a la identidad basada en el oportunismo.
Se basa en el first come first served (primero en llegar primero en ser servido). En la red cualquier persona puede registrar un domino tan pronto está disponible con independencia de que pertenezca o no a esa organización.
Tiene una finalidad especulativa ya que pretende obtener dinero de terceras personas interesadas en adquirir el mismo dominio. Se basa en el “descuido” ya que muchos usuarios olvidan renovar su domain en la fecha en que expira.
Algunos programas de software están especializados en detectar este fallo, se adelantan y registran el mismo dominio a los pocos minutos de quedar libres.
Cada vez más, marcas y personajes públicos se protegen contra cybersquatters. Reservan y contratan todas las variedades de sus nombres evitando que puedan caer en manos de oportunistas digitales.
Los cybersquatters también se aprovechan de los errores de escritura que cometen los internautas. Crean nombres de dominio con esa falta de ortografía con la esperanza de obtener ese flujo de visitantes. Es lo que se conoce como factor error en Internet.
Esta práctica puede afectar gravemente a la reputación corporativa. El estafador copia y plagia el contenido creando un sitio web clonado que además tendrá un nombre de dominio muy parecido. El internauta puede llegar a interactuar con el sitio web falso pensando que se trata de original.
Existen centenares de robadominios en todo el mundo. Registran el nombre y solicitan un pago a cambio que puede oscilar entre 200 euros (en el caso de particulares) y miles de euros (en el caso de empresas). Disponen de sus propias pasarelas de pago y cuentan con intermediarios quienes cobran una comisión por vender el dominio ocupado.
En su variedad typosquatting se varía una letra determinada con el fin de inducir a confusión al usuario (yahoo.com por ejemplo yajoo.com).
El Bitsquatting es otra subvariedad mediante la cual los usuarios son reconducidos a un sitio web distinto al que desean visualizar.
Decálogo de consejos
– Nunca deje la renovación de su dominio para el último día, sea prudente y renuévelo unos 15 días antes de su expiración.
– Si su dominio ha sido ocupado escriba al titular del Whois del nuevo titular, pida explicaciones para conocer las intenciones de ese robadominios.
– Valore si vale la pena pagar un rescate. En algunos casos es más sencillo contratar un nuevo dominio con un guión medio “-“ o con una pequeña variación (.es, .com, .net) antes de pagar centenares o miles de euros al ciberdelincuente.
– Si su dominio es antiguo y muy valioso puede recurrir a la vía judicial y ampararse a la actual Ley de Competencia Desleal (Ley 3/1991), artículo 5 y la Ley de Marcas (Ley 17/2001), artículo 34.3
– También puede recurrir a la ICANN (Corporación de Internet para la asignación de nombres y números) e iniciar un procedimiento de resolución de conflictos.
