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2 años agoon
En nuestro país ya existen medio centenar de apps de oferta y demanda sentimental. Mueven a millones de usuarios y se han convertido en poderosas plataformas para encontrar pareja. Su expansión va aparejada a la era post pandemia y al imparable proceso de digitalización. Según Statista, las webs de citas ya mueven 41 millones de euros al año en España.
España ya es el tercer país del mundo con más usuarios de apps de este tipo. Solo nos superan Brasil y EEUU según un estudio de búsquedas de Google. En nuestro territorio Badoo es la app más usada (593.509 descargas) seguida de cerca por Tinder (562.087) y Meetic (301.213) según la consultora apptweak.
La era post pandemia y el creciente número de rupturas explican el crecimiento de la comunidad singles. Solo en España se produjeron 86.851 divorcios durante el 2021, una cifra que subió hasta 90.582 rupturas en 2022 según el INE (Instituto Nacional de Estadística).
En este escenario tampoco faltan nuevos nuevos actores de la ciberdelincuencia. Se llaman “don juanes electrónicos” y visten guante virtual. Buscan a víctimas del amor con el fin de enriquecerse. Recientemente era juzgado Albert Cavallé, más conocido como “el estafador de Tinder” supuestamente habría defraudado 70.000 euros a seis mujeres que le llevaron hasta el banquillo de los acusados.
En Almería un hombre fue acusado de blanquear más de 4 millones de euros por estafas amorosas. Se le acusa de un presunto delito de estafa y blanqueo de capitales. La “Operación Amor” de la policía nacional puso de manifiesto que el dinero procedía de una organización extranjera y afectaba a centenares de víctimas del amor en toda Europa.
En la red también existen netópatas. Son discretos y silenciosos, utilizan Internet como medio de captación y expresan sus latencias ante la pantalla de plasma. En Bilbao un hombre cometió entre 4 y 8 asesinatos. El acusado mantenía citas con hombres homosexuales quienes conocía a través de Grindr. Supuestamente les drogaba, asesinaba y robaba sus tarjetas bancarias. Otros casos como el de Marta Calvo nos recuerdan que debemos ser más críticos en un mundo cada vez más digitalizado.
La inteligencia artificial también se utiliza para lanzar las flechas de cupido. En WhatsApp o Facebook ya proliferan boots automatizados. Escanean comentarios e inician conversaciones artificiales. Se cuelan en todos los rincones de la geografía digital y hacen creer a sus víctimas que un pretendiente de carne y hueso quiere conocerle.
San Valentín tiene su propia terminología: el wanderlove es un término utilizado para referirse a citas con personas que no necesariamente viven en tu ciudad. El situationship es un modelo mediante el cual ambos componentes rechazan las etiquetas y se dejan llevar sin convencionalismos.
El doxing es otra vulnerabilidad. El acosador puede llegar a publicar datos personales en apps de servicios sexuales. El objetivo es que la víctima sea molestada mediante llamadas y mensajes con peticiones de índole sexual.
El ghosting es otra práctica frecuente. Consiste en “desaparecer” de la app sin dar explicaciones dejando estupefacto al interlocutor.
Otras apps aplican principios de precaución para “garantizar” su seguridad interna. Mediante el perfil verificado se asegura que el usuario utiliza una foto que corresponde a su rostro real. Otras apps ofrecen reportar conductas inapropiadas y notificar la suplantación de identidad. Algunas tecnologías como Liveness Check escanean la cara mostrada en un video para comprobar si se trata de un rostro auténtico.
Algunas apps permiten rastrear la ubicación de los usuarios y acceden a un gran volumen de información. Esto convierte en vulnerable al usuario quien puede recibir más Spam y notificaciones publicitarias.
Existen algunas señales de advertencia que delatan a un posible delincuente del amor. El seductor digital siempre sugiere continuar en una app distinta, utiliza mensajes mal redactados o solicita pequeños pagos en concepto de imprevistos. Debemos ser críticos con usuarios que solicitan datos personales o aquellos que argumentan tener un buen trabajo (abogados, médicos, notarios o inversores).
Decálogo de consejos
– Mantenga su cita presencial en un espacio público, abierto y diurno. De prioridad a espacios concurridos y bien comunicados. Evite lugares de encuentro hostiles o alejados de la actividad urbana.
– Reúna el máximo número de datos sobre el interlocutor, pídale un WhatsApp, teléfono móvil, e-mail y fotos para minimizar al máximo su anonimato.
– Envíe su ubicación a una persona de confianza.
– Evite subirse al coche del interlocutor y jamás entre en una casa o espacio privado de una persona que conoce en una primera cita.
– Evite citas impulsivas o programadas en el corto plazo inmediato, es aconsejable que la escala de confianza sea progresiva y se prolongue durante varios días.
– Priorice los perfiles verificados (usuarios que han verificado su foto e identidad ante la plataforma).
– Programe la autodestrucción de fotos o videos comprometedores, también aquellos derivados de prácticas como el cibersexo.
– No facilite datos personales (dirección postal, teléfono fijo, datos bancarios, apellidos, numeraciones de DNI u otros).
– Guarde capturas de pantalla de las conversaciones previas.