El grupo compuesto por 55 personas de distintas nacionalidades ha estafado a más de 100 ciudadanos por valor de unos 250.000 euros
Una intervención del CNP ha permitido dar por zanjada la actividad de una organización delictiva convertida en “la peor pesadilla” para la banca online y el sector de la telefonía móvil.
Su modus operandi era el SIM swapping. Mediante esta técnica los delincuentes clonan la tarjeta SIM del terminal móvil de la víctima. Lo hacen suplantando su identidad e identificándose como el supuesto titular ante la operadora de telefonía. A partir de ese momento pueden operar con el número de la víctima en otro teléfono, se pueden autenticar, tomar el control de la banca online, realizar pagos y transferencias. Los delincuentes clonan tarjetas telefónicas a las que acceden mediante otros credenciales. Captan toda la información de la víctima
La banda operaba desde Barcelona y contaba con más de medio centenar de personas de distintas nacionalidades. Se dividían en 4 grupos independientes y estaban altamente especializados en esta técnica de suplantación electrónica.
Tenian una alta especialización en técnicas como el carding, el phishing y el vishing para cometer los delitos.
Durante los registros en 7 domicilios se han localizado 45 tarjetas SIM, 11 teléfonos móviles, un vehículo de alta gama y una cartera de criptomonedas.
Entre los arrestados se encuentra un miembro de los “Black Panthers” quien se dedicaba a captar muleros y dar seguridad logística al resto de miembros.
Se valían de otros grupos logísticos para cubrir sus necesidades.
La víctima se da cuenta cuando su móvil deja de funcionar, la operadora envía un SMS indicando que su número se ha activado desde otro dispositivo.
Una de las técnicas es el vishing (estafas mediante llamadas de voz). Los ciberdelincuentes llamaban a operadoras de telefonía móvil, se hacían pasar por clientes suyos para poder hacerse con las contraseñas, conseguir un duplicado de la tarjeta.
Se llegaron a hacer pasar por el servicio técnico para robar las credenciales de los empleados de telefonía. Accedían a bases de datos de las propias operadoras de telefonía y obtenían los datos de las víctimas”. La finalidad era siempre la misma: obtener un duplicado de la tarjeta SIM y realizar gestiones desde el número de la víctima.
Llegaron a comprar DNI’s y numeraciones de tarjetas de crédito en el mercado oscuro de la red y utilizaban pagos en criptomonedas para conseguir documentación falsa o numeraciones de tarjetas bancarias.
Los agentes también pudieron comprobar que se valían de la modalidad “carding” (clonado de tarjetas bancarias).
El grupo adquirió productos de lujo que recogían en puntos de entrega. Se acreditaban mediante DNI’s falsificados o sustraídos. Posteriormente revendían la mercancía obtenia a través de páginas de anuncios clasificados en Internet.
